El nuevo McLaren W1 llega como el sucesor definitivo del F1 y el P1, consolidando un linaje tremendamente icónico de supercoches con un enfoque en la ingeniería de vanguardia. Este nuevo «capítulo» está equipado con una motorización híbrida V8 que alcanza los 1.275 CV y un chasis de fibra de carbono, integrando soluciones aerodinámicas y tecnológicas derivadas directamente de la Fórmula 1. Entramos en detalle en lo que supone este nuevo modelo del libro titulado «1», un libro de edición coleccionista de grandes protagonistas y altas potencias.

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El diseño del McLaren W1 se ha concebido con una clara prioridad: optimizar la eficiencia aerodinámica sin comprometer el estilo característico de la marca. La carrocería está construida casi en su totalidad en fibra de carbono, lo que no solo minimiza el peso del vehículo a 1.399 kg, sino que también maximiza la rigidez estructural.

Además, el uso de puertas Anhedral optimiza el flujo de aire, reduciendo la resistencia y mejorando el enfriamiento de componentes críticos, como los radiadores de alta temperatura. El alerón trasero Active Long Tail, uno de los más avanzados jamás instalados en un coche de carretera, se despliega hasta 300 mm, incrementando la superficie aerodinámica activa.

Este elemento, junto con los difusores y alerones activos delanteros, permite al W1 generar hasta 1.000 kg de carga aerodinámica, lo que lo convierte en uno de los coches más estables y controlables a altas velocidades. Pura ingeniería de la F1, ahora os lo contamos, no os vayáis.

En el interior del W1, la simplicidad se combina con la funcionalidad avanzada. El monocasco de fibra de carbono “Aerocell” integra directamente los asientos, permitiendo una configuración más compacta que ahorra espacio y peso. Los asientos están diseñados con un enfoque en el rendimiento ergonómico, brindando soporte lateral excepcional durante la conducción en circuito.

El habitáculo ofrece una sensación de amplitud gracias a los paneles acristalados adicionales y los pilares A ultradelgados, mejorando la visibilidad en todos los ángulos. La pantalla táctil de alta resolución de 8 pulgadas centraliza los controles del sistema de infoentretenimiento, incluyendo compatibilidad con Apple CarPlay y puertos de carga USB-C y USB-A. Los mandos de conducción se han diseñado ergonómicamente, con un acceso intuitivo a los modos de conducción y ajustes aerodinámicos.

Este apartado tiene un enfoque en cuatro puntos clave, todos sacados de la necesidad de maximizar el rendimiento del sucesor de los modelos «1» de McLaren:

Chasis y fibra de carbono

El chasis Aerocell de fibra de carbono es la clave detrás del rendimiento dinámico del W1. Construido con las mismas técnicas utilizadas en los coches de competición, este monocasco es extremadamente ligero y rígido, mejorando tanto la seguridad como la eficiencia aerodinámica. La fibra de carbono preimpregnada proporciona un acabado uniforme, eliminando la necesidad de paneles adicionales y reduciendo aún más el peso total del vehículo.

Suspensión y amortiguación

El sistema de suspensión “Race Active Chassis Control III” del McLaren W1 permite un ajuste automático en función del modo de conducción seleccionado. En modo «Race», el vehículo reduce su altura para maximizar la carga aerodinámica, endureciendo los amortiguadores para mejorar la precisión en curvas a alta velocidad. El sistema trabaja en conjunto con la aerodinámica activa para ofrecer un equilibrio perfecto entre confort y rendimiento extremo.

Frenos

Los frenos «McLaren Carbon Ceramic Racing+» están equipados con discos de 390 mm diseñados para soportar las condiciones más exigentes tanto en carretera como en circuito. El sistema cuenta con conductos aerodinámicos directamente derivados de la Fórmula 1, que no solo mejoran la refrigeración de los frenos, sino que también optimizan el flujo de aire bajo el coche, reduciendo la resistencia aerodinámica.

Modos de conducción

El McLaren W1 ofrece una amplia gama de modos de conducción, desde el cómodo “Confort” hasta el radical “Race”. En este último, la suspensión, aerodinámica y transmisión trabajan en perfecta sincronización para ofrecer una experiencia de conducción precisa y envolvente. Además, el W1 incluye un modo “Boost” inspirado en la Fórmula 1, que libera instantáneamente toda la potencia disponible del módulo eléctrico para acelerar de 0 a 200 km/h en 5,8 segundos.

Igual que antes: Motor, módulo eléctrico y caja de cambios. Una santísima trinidad de alto rendimiento para llevar al McLaren W1 a hacer el 0-200 en menos de 6 segundos. Poca broma con esto…

Motor V8 Biturbo

El epicentro del McLaren W1 es su motor V8 biturbo de 4.0 litros, una ingeniería diseñada específicamente para maximizar la relación potencia-peso y establecer nuevos estándares en términos de rendimiento. Con una arquitectura de 90 grados y un cigüeñal plano, este motor genera 928 CV a 9.200 rpm, lo que lo convierte en uno de los motores más potentes y con mayor capacidad de giro jamás fabricados por McLaren para un coche homologado para carretera. El cigüeñal plano permite un mayor equilibrio de masas y una respuesta más rápida, optimizando tanto la aceleración como la eficiencia térmica.

El bloque motor y las culatas están fabricados en aluminio ligero, lo que reduce significativamente el peso del conjunto, y los cilindros están recubiertos con tecnología de pulverización de plasma, que disminuye la fricción interna y permite que el motor alcance regímenes de giro muy altos, mejorando la eficiencia en la combustión y la transferencia de potencia.

Con una potencia específica de 233 CV por litro, este motor establece nuevos récords dentro de la familia McLaren, superando a motores anteriores tanto en potencia como en eficiencia. Este V8 también cuenta con turbocompresores twin-scroll de alto rendimiento, optimizados para ofrecer un par motor superior a bajas revoluciones (con un pico a partir de 2.500 rpm), asegurando una entrega de potencia instantánea y lineal. Además, los colectores de escape están ajustados para ofrecer una experiencia auditiva inigualable, con un sonido que aumenta en intensidad a medida que el motor se acerca al límite de las 9.200 rpm, ofreciendo al conductor no solo un rendimiento extremo, sino también una experiencia sensorial única. Un grupo musical español lo dijo en su momento: suena que truena.

Módulo eléctrico y batería

El sistema de propulsión del McLaren W1 no se detiene en su motor V8 biturbo. Complementando el rendimiento del motor de combustión interna, se encuentra un módulo eléctrico (E-module) derivado de la competición automovilística, capaz de generar 347 CV adicionales. Este módulo eléctrico está compuesto por un motor eléctrico de flujo radial, con una capacidad de rotación de hasta 24.000 rpm, lo que le otorga una potencia específica de 23 CV/kg, similar a los sistemas empleados en la Fórmula 1.

El E-module se alimenta de una batería compacta de 1,384 kWh que, a pesar de su pequeño tamaño, está diseñada para ofrecer salidas de alta potencia en ráfagas cortas, lo que mejora la respuesta del acelerador y la entrega de potencia instantánea. La batería está estratégicamente ubicada en el centro del chasis, dentro de una cavidad de fibra de carbono, lo que no solo optimiza el centro de gravedad del coche sino que también la protege de impactos.

Además, la batería está equipada con un sistema de refrigeración avanzado mediante inmersión dieléctrica, que transfiere el calor generado por el uso intensivo en circuito al sistema de refrigeración del coche. El W1 puede operar en modo eléctrico puro durante hasta 2 kilómetros, una capacidad diseñada principalmente para uso urbano o en situaciones de baja velocidad.

El sistema de gestión de la batería asegura que siempre haya suficiente carga para arrancar el motor de combustión, activar la marcha atrás y mantener operativas las funciones auxiliares, incluso si el coche permanece estacionado durante largos periodos. La batería se puede recargar hasta un 80% en tan solo 22 minutos mediante un sistema de carga rápida compatible con EVSE o Electric Vehicle Supply Equipment (Equipos de Suministro para Vehículos Eléctricos).

Caja de cambios de 8 velocidades

El W1 utiliza una caja de cambios de doble embrague (DCT) de 8 velocidades completamente nueva, desarrollada para manejar los altos niveles de potencia y par generados tanto por el motor V8 como por el E-module. Esta transmisión está equipada con un diferencial electrónico hidráulico, que asegura una distribución precisa del par motor entre las ruedas traseras, mejorando la tracción en todo momento, especialmente durante la aceleración máxima y en curvas de alta velocidad.

La caja de cambios también cuenta con un sistema de E-reverse, lo que elimina la necesidad de una marcha atrás mecánica tradicional. En su lugar, el motor eléctrico del módulo E se encarga de la marcha atrás, lo que no solo reduce el peso del conjunto, sino que también mejora la eficiencia general del tren motriz.

Gracias a esta combinación de motor de combustión y sistema eléctrico, el W1 es capaz de generar un par combinado de 1.340 Nm, lo que lo convierte en uno de los supercoches con mayor par motor del mundo. Esta caja de cambios ha sido diseñada para cambiar de marcha en milisegundos, manteniendo al conductor siempre en el rango óptimo de potencia. Además, el modo «Race» del W1 ajusta la transmisión para que las marchas se cambien con interrupciones mínimas, maximizando la aceleración en situaciones de alta demanda.

En total, la integración entre el motor, el módulo eléctrico y la transmisión asegura una aceleración de 0 a 200 km/h en solo 5,8 segundos y de 0 a 300 km/h en menos de 12,7 segundos.

El McLaren W1 no solo se posiciona como un super coche homologado para carretera, sino que lleva consigo toda la tecnología y filosofía de diseño perfeccionada en la Fórmula 1. Este vehículo adopta una serie de avances tecnológicos directamente derivados de la experiencia de McLaren en la competición, logrando integrar soluciones aerodinámicas y mecánicas de vanguardia para ofrecer un rendimiento inigualable.

Uno de los aspectos más impresionantes es la aerodinámica de efecto suelo, una técnica utilizada por primera vez en los coches de Fórmula 1 en los años 70. En el W1, esta tecnología se ha llevado a su máximo esplendor, permitiendo que el coche genere hasta 1.000 kg de carga aerodinámica a altas velocidades. Este nivel de carga asegura que el coche se mantenga pegado al asfalto, mejorando su estabilidad y control en curvas y durante la aceleración. El sistema aerodinámico ha sido desarrollado durante más de 350 horas de pruebas en túneles de viento, optimizando cada superficie del vehículo para reducir la resistencia y aumentar el downforce.

El alerón trasero Active Long Tail es una de las innovaciones más destacadas de este sistema aerodinámico. Este alerón es capaz de ajustarse de manera activa dependiendo de las condiciones de conducción, moviéndose hacia atrás hasta 300 mm cuando el coche está en modo «Race», lo que amplía el área de trabajo del difusor trasero. Este movimiento incrementa considerablemente la carga aerodinámica sobre el eje trasero, proporcionando una tracción excepcional. Además, el Active Long Tail también funciona como freno aerodinámico (airbrake), reduciendo la velocidad de manera más efectiva cuando el coche entra en frenada intensa.

El W1 también incorpora alerones delanteros activos que, al igual que el alerón trasero, ajustan su ángulo y posición para controlar el flujo de aire en función de la velocidad y las maniobras del conductor. Estos alerones actúan en conjunto con el resto de las superficies aerodinámicas del coche, lo que permite equilibrar la carga aerodinámica entre el eje delantero y trasero, optimizando el rendimiento tanto en línea recta como en curvas.

El W1 aprovecha las ventajas de la aerodinámica de efecto suelo de manera extrema cuando se activa el modo «Race». En este modo, el coche reduce su altura al suelo en 37 mm delante y 17 mm detrás, lo que permite que el flujo de aire pase por debajo del vehículo de forma más eficiente. La configuración del difusor trasero, combinada con los alerones activos, maximiza la carga aerodinámica total, asegurando que el coche mantenga una adherencia sin precedentes incluso en curvas a alta velocidad.

La suspensión delantera del McLaren W1 también ha sido diseñada tomando prestados conceptos de la Fórmula 1. Los brazos de suspensión y los amortiguadores están colocados en una posición elevada para permitir que el flujo de aire pase de manera limpia hacia la parte trasera del coche, mejorando la eficiencia aerodinámica general. Los componentes de la suspensión, incluidos los brazos de titanio impresos en 3D, han sido diseñados para reducir el peso y aumentar la resistencia, asegurando un comportamiento dinámico superior.

Otra tecnología derivada de la F1 es el sistema de frenos McLaren Carbon Ceramic Racing+ (MCCR+), que incorpora discos de 390 mm y conductos de refrigeración de alta eficiencia inspirados en los coches de competición. Este sistema permite que el W1 mantenga una potencia de frenado constante incluso bajo las condiciones más extremas, reduciendo las distancias de frenado y asegurando que el conductor tenga un control total en todo momento. En cuanto a las prestaciones dinámicas, el McLaren W1 no tiene rival entre los coches homologados para carretera.

Gracias a su tracción trasera pura, que gestiona los 1.275 CV, y su dirección McLaren Hydraulic Performance Steering, el coche ofrece una experiencia de conducción extremadamente precisa. A diferencia de muchos super coches modernos que optan por la tracción total para manejar la potencia, McLaren ha decidido mantener la tracción trasera, confiando en su experiencia en Fórmula 1 para asegurar que el coche pueda manejar la inmensa potencia sin perder control.

En términos de rendimiento en circuito, ha demostrado ser 3 segundos más rápido por vuelta que el McLaren Senna en el circuito de Nardo, un testimonio claro de las capacidades del coche y de cómo las tecnologías heredadas de la Fórmula 1 impactan de manera directa en su rendimiento en pista. El modo «Race» del W1 también permite la activación de un sistema similar al DRS (Drag Reduction System) de la Fórmula 1, donde el alerón trasero se ajusta para reducir la resistencia aerodinámica en rectas largas, permitiendo que el coche alcance mayores velocidades.

Por último y no menos importante, los botones ergonómicamente posicionados en el volante permiten al conductor activar el modo «Boost», que despliega instantáneamente toda la potencia del módulo eléctrico para un empuje adicional en salidas de curva o adelantamientos.

Como véis McLaren no se ha dejado nada en el tintero con el coche que quiere seguir la estela de la gama de vehículos más famosa de la firma Británica. Este McLaren W1 tendrá una producción limitada a 399 unidades que ya están asignadas y tendrá un precio que partirá de los 2 millones de libras (2.401.516 €). Ahora, nos podemos conformar con ver la galería de fotos y en mi caso, esperar a que el un pack de expansión del Gran Turismo o el Forza Horizon lo incluya para poder dar una vuelta rápida.